Ejemplos de la poesía de Juan Ramón Jiménez por etapas

PRIMERA ETAPA poesía sencilla, juvenil (influencia becqueriana)

 Mi alma es hermana del cielo
gris y de las hojas secas;
sol enfermo del otoño,
mátame con tu tristeza!
Los árboles del jardín
están cargados de niebla:
mi corazón busca en ellos
esa novia que no encuentra;

y en el sueño frío y húmedo
me esperan las hojas secas:
si m alma fuera una hoja
y se perdiera entre ellas!

El sol ha mandado un rayo
de oro viejo a la arboleda,
un rayo flotante, dulce
luz para las cosas muertas.

¡Qué ternura tiene el pobre
sol para las hojas secas!
Una tristeza infinita
vaga por todas las sendas,

lenta, antigua sinfonía
de música y de esencias,
algo que dora el jardín
de ensueño de primavera.

Y esa luz de ensueño y oro
que muere en las hojas secas,
alumbra en mi corazón
no sé qué vagas tristezas.

Arias tristes (1903)
La voz poética asocia su emoción con elementos de la naturaleza, recurso romántico, y presenta una ambientación también de carácter romántico "cielo gris", "hojas secas", "niebla", "sueño frío y húmedo", "un rayo flotante, dulce/luz para las cosas muertas", "vaga por las sendas", "ensueño de primavera", estos elementos unidos a emociones como la "tristeza infinita", crean un marco romántico.  
SEGUNDA ETAPA Modernismo intimista

Le he puesto una rosa triste
a la flauta melancólica:
cuando cante, cantará
con música y con aroma.

Tendrá una voz de mujer,
vacilante, arrulladora,
plata con llanto y sonrisa,
miel de mirada y de boca.

Y será cual si unos dedos
finos jugasen con sombra
por los leves agujeros
de la caña melodiosa...

Tonada que nunca llega,
oída una tarde en la fronda,
tonada que iba a cogerse
y que huía entre las hojas!

Para ver si no se iba,
la engañé con una rosa:
cuando llore, llorará
con música y con aroma.

La soledad sonora, (1911)
Cuando leemos el poema notamos un ritmo diferente al anterior, más marcado, es debido a las aliteraciones (por ejemplo: "cuando canté, cantará", "cuando llore, llorará") y a los paralelismos (por ejemplo: "Tonada que nunca llega.../tonada que iba a cogerse...).
Además se dan metáforas en las que se emplea la sinestesia (por ejemplo: "miel de mirada y de boca" en la que se mezcla el gusto con la vista, "tonada que iba a cogerse" en la que se mezcla el oído con el tacto).
Por otro lado, se hace hincapié en elementos sonoros "la flauta melancólica", "voz de meujer (...) arrulladora",  "caña melodiosa", "con música". E incluso se hacen alusiones al olfato en la sinestesia que mezcla el aroma con el sonido "con música y con aroma".
Intuímos aquí ese Modernismo intimista que usa el simbolismo y la creación a parir de colores, formas, aromas y sonidos para llegar a la belleza del arte por el arte, pero que a la vez se aleja de exageraciones o de paisajes exóticos y, además, se concentra en expresar sentimientos y emociones universales.
TERCERA ETAPA poesía desnuda, conceptual

Cielo

Te tenía olvidado,
cielo, y no eras
más que un vago existir de luz,
visto -sin nombre-
por mis casados ojos indolentes.
Y aparecías entre las palabras
perezosas y desesperanzadas del viajero,
como en breves lagunas repetidas
de un paisaje de agua visto en sueños...

Hoy te he mirado letamente,
y te has ido elevando hasta tu nombre.

Diario de un poeta recién casado, (1917)
Como podemos comprobar se trata de una poesía desnuda de la anterior ornamentación modernista. Ahora Juan Ramón deja a un lado la forma para centrarse en el contenido. También corroboramos que se trata de una poesía conceptual e intelectualista, ya que en el poema se define el cielo, el autor propone un poema para representarlo. En esta etapa Juan Ramón escribe ya desde una óptica novecentista.
CUARTA ETAPA poesía metafísica, mística

De un oasis eterno de lo interno

(Estar despierto yo. ¡Qué maravilla!
                                     ANTES)
El venir es un dios, mi Dios, y yo le cojo
las formas más humanas a su esencia,
en un ansia de amor que es vivir mío.

Me está llamando siempre
en los hermosos espejismos
que el ocaso nos abre en tierra o mar,
fondo tras fondo del oriente eterno;
y en ese juego, en ese fuego
de fondos superpuestos
que siguen en las noches para mí,
está la maravilla de mi despertar.
¡Estar despierto yo! ¡qué maravills!

La maravilla de mi despertar es esa,
un llegar de un viaje de viajes,
un pasar de occidentes como vidrios
que se van separando eternamente
para que yo les vea
su eterna desnudez de forma viva.

Y en todos está dios de mil maneras,
en todos está el sueño de este dios
que yo fabrico de la gloria de mis noches,
coronas planetarias de mis días,
coronas de mis días de mis días.

Sucesión de coronas es mi dios,
coronas que coronan sólo un centro
que es un ojo, es un ver,
un sí mismos tan yo, maravilloso yo,
que mi aurora no es más que mi sonrisa
de haberme dado a luz yo mismo
de mi sueño, mi sueño.

Mi amor de cada noche,
mi sol de cada día,
mi venir, mi venir, venir, venir de Dios,
mi porvenir constante en que mi día todo
es un gozar de un sueño conseguido,
de un oasis eterno de lo interno,
este gozar de un sueño conseguido,
de un oasis eteno de lo interno,
este gozar de ver ¡con qué descanso lleno!
la verdad,
que será más verdad cada mañana.

Dios deseado y deseante (1948-1956)
Este poema pertenece a una de las útltimas etapas del autor, en la que ya ha evolucionado hacia una visión más personal. Se trata de una poesía que reflexiona sobre la esencia del ser y de la realidad, sobre Dios y su relación con la voz poética, de ahí su carácter místico. Podemos entrever una actitud orientalista de simbiosis entre lo divino y lo humano, de unidad entre lo divino y lo humano.